Resumen
Abro el periódico cada mañana. Ojeo las fotos e intento pararme en cada sección. Delitos, corrupción y asesinatos están a la orden del día. Y sin embargo, ya nada nos asusta. Os puedo asegurar que la impasibilidad con la que leo cada noticia me aterra. ¿Es natural que ya nada me sorprenda? ¿O por el contrario lo verdaderamente normal sería sufrir por cada cosa que ocurre?
Lo cierto es que vivimos en un mundo corrupto. Un mundo en el que siempre existen dos caminos: puedes convivir con este tipo de situaciones, mirar hacia otro lado y anestesiar tus emociones creyendo falsamente que "eso no va contigo". Aunque siempre cabe la posibilidad de que luches contra ellas.
Toda esta vorágine de sensaciones asola la realidad de la que somos partícipes. Y son estas cuestiones las que entraña el texto de José Antonio Marina.
El autor, comparando inteligentemente la tesitura actual con el síndrome de inmunodeficiencia, refleja crudamente aquellas situaciones que corrompen el sistema.
Así, critica la deshonestidad de quienes nos gobiernan, la falsa postura de impotencia que hemos adoptado y sobre todo, la indiferencia que mostramos frente a la putrefacción que nos envuelve.
Frente a esto, la solución más simple e ingeniosa sería fortalecer el sistema inmunitario de nuestra sociedad, pero ¿cómo? Marina, enardece al fomento del pensamiento ético y la tolerancia. Asimismo, confía en la educación como pilar básico de esta terapia de choque.
Debemos aplaudir lo ético, lo moral. No podemos dejar impunes a quienes violan los cimientos de nuestra sociedad.
Claves sobre las que vamos a documentarnos
· La proliferación de casos delictivos en el mundo político, y en el mundo empresarial, la quiebra de la confianza en las instituciones, la desmoralización -en su doble sentido de falta de energía ética y de abundancia de comportamientos indignos-, son una prueba de que nuestra salud es precaria.
· ¿Por qué hemos llegado a este punto? Es fácil detectar varios factores que disminuyen las defensas del organismo social. Tal vez el más demoledor sea la carencia de pensamiento crítico.
· Unos piensan que así es la naturaleza humana, otros que todo es consecuencia del sistema. Ambos grupos se instalan en un pesimismo escéptico que debilita el organismo social.
· Castigo
Una de las acepciones que aparecen en la RAE para la palabra castigo es “pena que se impone a quien ha cometido un delito o falta”. Aunque aparecen múltiples significados cuando buscamos la palabra castigo, esta es sin duda la acepción que utiliza Marina a lo largo de su texto. Marina considera que el actual síndrome de inmunodeficiencia social podría combatirse con un castigo ejemplar.
Fuentes
1. Pesimismo
http://sociedad.elpais.com/sociedad/2012/05/11/actualidad/1336757656_038181.html
Charo, Nogueira “Pandemia de pesimismo” El País. Mayo 2012
Cuando nos encontramos cara a cara con un problema, siempre (o al menos casi siempre) nos decimos a nosotros mismos “después de la tormenta viene la calma”. Pero, ¿y ahora? En la situación de crisis actual, con el paro por las nubes y endeudados hasta la médula, ¿qué esperanza podemos tener? El artículo del periódico El País, trata estas cuestiones. Reflejada crudamente como nuestra sociedad está sumida en un profundo desasosiego. Tristeza, desánimo y pocas ganas de luchar contra una situación en la que, por ahora, no hallamos atisbos de mejora.
Nos lamentamos y mientras tanto, todo sigue igual.
2. Intoxicación social
http://elpais.com/diario/1992/04/08/opinion/702684004_850215.html
Prado Novoa, Camen; Prado Novoa, José “Intoxicación social” El País. Abril 1992
La intoxicación social es una situación que asola la realidad diaria. Esta se ve ejemplificada en el artículo por la proliferación de un anuncio en el que se generalizan ciertas tesituras sociales.
Los autores culpan a los medios de comunicación y en especial al sector publicitario de esta generalización. Asimismo instan a estos a responsabilizarse de sus actos y a redirigir hacia nuevos horizontes.
3. Pensamiento crítico
http://cultura.elpais.com/cultura/2012/02/22/actualidad/1329922234_215883.html
Castilla, Amelia “Sin pensamiento crítico” El País. Febrero 2012
En este artículo son reflejadas las opiniones de distintos expertos como por ejemplo filósofos o escritores. Se les plantearon de antemano una serie de cuestiones para que estos a posteriori, pudiesen valorarlas. Así, tratan temas como el de la caída del pensamiento crítico y con ello, la pérdida de los valores morales. Aquí, los juicios de valor se bifurcan, y por una parte encontramos a aquellos que consideran que a lo largo de la historia siempre ha habido crisis de los valores éticos, mientras que otros consideran que no existe tal recesión moral. Esta visión nos ayuda a analizar la situación que sufre el pensamiento crítico en todos los ámbitos de la cultura.
Conclusión
Con este texto Marina habla de lo que no todos nos atrevemos a decir. La crisis no está afectando únicamente a nuestra economía, sino que está arrastrando consigo nuestros valores morales y principios éticos.
El texto conlleva a la reflexión. Quizá esta situación no sea culpa nuestra, pero sin duda estamos colaborando a que esto no mejore. Nos hemos acomodado en una situación demasiado caótica, y en lugar de buscarle solución, preferimos seguir mirando confortablemente a lo lejos, como si la realidad no fuera con nosotros. Quizá el dicho popular “la manzana podrida siempre corrompe a las demás” esté cobrando vida por momentos. ¿Qué haremos a partir de ahora? ¿seguir impasibles o reaccionar?
Lo cierto es que vivimos en un mundo corrupto. Un mundo en el que siempre existen dos caminos: puedes convivir con este tipo de situaciones, mirar hacia otro lado y anestesiar tus emociones creyendo falsamente que "eso no va contigo". Aunque siempre cabe la posibilidad de que luches contra ellas.
Toda esta vorágine de sensaciones asola la realidad de la que somos partícipes. Y son estas cuestiones las que entraña el texto de José Antonio Marina.
El autor, comparando inteligentemente la tesitura actual con el síndrome de inmunodeficiencia, refleja crudamente aquellas situaciones que corrompen el sistema.
Así, critica la deshonestidad de quienes nos gobiernan, la falsa postura de impotencia que hemos adoptado y sobre todo, la indiferencia que mostramos frente a la putrefacción que nos envuelve.
Frente a esto, la solución más simple e ingeniosa sería fortalecer el sistema inmunitario de nuestra sociedad, pero ¿cómo? Marina, enardece al fomento del pensamiento ético y la tolerancia. Asimismo, confía en la educación como pilar básico de esta terapia de choque.
Debemos aplaudir lo ético, lo moral. No podemos dejar impunes a quienes violan los cimientos de nuestra sociedad.
Claves sobre las que vamos a documentarnos
· La proliferación de casos delictivos en el mundo político, y en el mundo empresarial, la quiebra de la confianza en las instituciones, la desmoralización -en su doble sentido de falta de energía ética y de abundancia de comportamientos indignos-, son una prueba de que nuestra salud es precaria.
· ¿Por qué hemos llegado a este punto? Es fácil detectar varios factores que disminuyen las defensas del organismo social. Tal vez el más demoledor sea la carencia de pensamiento crítico.
· Unos piensan que así es la naturaleza humana, otros que todo es consecuencia del sistema. Ambos grupos se instalan en un pesimismo escéptico que debilita el organismo social.
· Castigo
Una de las acepciones que aparecen en la RAE para la palabra castigo es “pena que se impone a quien ha cometido un delito o falta”. Aunque aparecen múltiples significados cuando buscamos la palabra castigo, esta es sin duda la acepción que utiliza Marina a lo largo de su texto. Marina considera que el actual síndrome de inmunodeficiencia social podría combatirse con un castigo ejemplar.
Fuentes
1. Pesimismo
http://sociedad.elpais.com/sociedad/2012/05/11/actualidad/1336757656_038181.html
Charo, Nogueira “Pandemia de pesimismo” El País. Mayo 2012
Cuando nos encontramos cara a cara con un problema, siempre (o al menos casi siempre) nos decimos a nosotros mismos “después de la tormenta viene la calma”. Pero, ¿y ahora? En la situación de crisis actual, con el paro por las nubes y endeudados hasta la médula, ¿qué esperanza podemos tener? El artículo del periódico El País, trata estas cuestiones. Reflejada crudamente como nuestra sociedad está sumida en un profundo desasosiego. Tristeza, desánimo y pocas ganas de luchar contra una situación en la que, por ahora, no hallamos atisbos de mejora.
Nos lamentamos y mientras tanto, todo sigue igual.
2. Intoxicación social
http://elpais.com/diario/1992/04/08/opinion/702684004_850215.html
Prado Novoa, Camen; Prado Novoa, José “Intoxicación social” El País. Abril 1992
La intoxicación social es una situación que asola la realidad diaria. Esta se ve ejemplificada en el artículo por la proliferación de un anuncio en el que se generalizan ciertas tesituras sociales.
Los autores culpan a los medios de comunicación y en especial al sector publicitario de esta generalización. Asimismo instan a estos a responsabilizarse de sus actos y a redirigir hacia nuevos horizontes.
3. Pensamiento crítico
http://cultura.elpais.com/cultura/2012/02/22/actualidad/1329922234_215883.html
Castilla, Amelia “Sin pensamiento crítico” El País. Febrero 2012
En este artículo son reflejadas las opiniones de distintos expertos como por ejemplo filósofos o escritores. Se les plantearon de antemano una serie de cuestiones para que estos a posteriori, pudiesen valorarlas. Así, tratan temas como el de la caída del pensamiento crítico y con ello, la pérdida de los valores morales. Aquí, los juicios de valor se bifurcan, y por una parte encontramos a aquellos que consideran que a lo largo de la historia siempre ha habido crisis de los valores éticos, mientras que otros consideran que no existe tal recesión moral. Esta visión nos ayuda a analizar la situación que sufre el pensamiento crítico en todos los ámbitos de la cultura.
Conclusión
Con este texto Marina habla de lo que no todos nos atrevemos a decir. La crisis no está afectando únicamente a nuestra economía, sino que está arrastrando consigo nuestros valores morales y principios éticos.
El texto conlleva a la reflexión. Quizá esta situación no sea culpa nuestra, pero sin duda estamos colaborando a que esto no mejore. Nos hemos acomodado en una situación demasiado caótica, y en lugar de buscarle solución, preferimos seguir mirando confortablemente a lo lejos, como si la realidad no fuera con nosotros. Quizá el dicho popular “la manzana podrida siempre corrompe a las demás” esté cobrando vida por momentos. ¿Qué haremos a partir de ahora? ¿seguir impasibles o reaccionar?
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